La superficie del Sol en tres dimensiones

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Con el nuevo Telescopio Solar Sueco (SST), instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la Palma, se han obtenido las imágenes de mayor resolución del “limbo solar” (límite de la parte visible del sol). Físicos solares de la Corporación Lockheed Martin, el Centro Nacional para la Investigación Atmosférica y el Instituto para la Física Solar de la Real Academia de Ciencias Sueca las han analizado y han encontrado una gran variedad de estructuras. Sus resultados, los cuales se presentaron ayer en el congreso de la Sociedad Astronómica Americana, en Baltimore, abordan teorías ya establecidas sobre cómo varía el brillo del Sol en escalas temporales de décadas. Estos cambios pueden tener influencia sobre el clima de la Tierra y enmascarar las contribuciones humanas al calentamiento global.

“Hasta hace poco pensábamos que la fotosfera solar era una “superficie” relativamente plana y uniforme, con alguna mancha solar ocasional” dice Tom Berger, investigador principal del estudio y físico solar en el Laboratorio de Astrofísica del Centro de Tecnología Avanzada Lockheed Martin, en Palo Alto (California). “Ahora, utilizando el nuevo Telescopio Solar Sueco (SST), de 1 metro, instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en La Palma, hemos obtenido, por primera vez, imágenes de la estructura tridimensional de los “gránulos” convectivos que cubren la fotosfera”.

La superficie solar consiste mayormente en una estructura celular irregular causada por las variaciones de temperatura. Las celdas, llamadas “gránulos”, son evidencias de la convección, que es el mecanismo mediante el cual se transporta el calor hasta la superficie, como sucede al hervir agua cuando las burbujas de aire suben desde el fondo. Cada gránulo solar tiene una superficie aproximada de dos veces la Península Ibérica. Con la resolución de 75 km del SST, las manchas solares y los “poros” oscuros más pequeños se ven hundiéndose en los bordes de la granulación. Este fenómeno, llamado “depresión de Wilson”, había sido deducido de observaciones de menor resolución de grandes manchas solares, pero nunca se habían resuelto directamente hasta ahora.

Los análisis preliminares de algunas de las imágenes se recogen en el artículo de Bruce Lites del NCAR, Göran Scharmer, de la Real Academia de Ciencias Sueca, y de Alan Title y Tom Berger, del Laboratorio Solar y de Astrofísica Lockheed Martin, que actualmente se encuentra en revisión para la revista Solar Physics.

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