Canibalismo galáctico: Investigadores del IAC y de la Universidad de Ginebra encuentran los restos de Sagitario, una galaxia enana "devorada" por la Vía Láctea

Fecha de publicación

Los resultados de este estudio se publicarán el próximo sábado, 10 de marzo, en la revista especializada Astrophysical Journal Letters

DISPONIBLES EN BETACAM SECUENCIAS DE ANIMACIÓN EN 3D
Y ENTREVISTA CON UNO DE LOS INVESTIGADORES
(Tels.: 922 605 206 y 922 605 371)

Imágenes y animaciones

David Martínez, Antonio Aparicio y Ricardo Carrera, del Grupo de Poblaciones Estelares en Galaxias del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), y María Ángeles Gómez Flechoso, de la Universidad de Ginebra, han descubierto lo que se considera la prueba observacional más sólida hasta la fecha de la destrucción de una galaxia enana en las inmediaciones de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea.

La teoría sobre la formación de las galaxias que goza de mayor aceptación en la actualidad implica que las galaxias enanas fueron las primeras en formarse en el Universo. Posteriormente, muchas de ellas se aglutinaron entre sí para formar galaxias mayores o, simplemente, fueron progresivamente "digeridas" por grandes galaxias que fueron creciendo de esta manera. Estos procesos implican la destrucción de las galaxias enanas como tales y se han observado directa o indirectamente en sistemas lejanos.

Se pensaba que nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, participaba también de este mecanismo; es decir, que como galaxia masiva que es, había adquirido buena parte del material que la compone a base de "engullir" galaxias más pequeñas. En 1994 se descubrió una nueva galaxia enana, la galaxia de Sagitario, muy próxima a la Vía Láctea y situada justo en la región diametralmente opuesta a la que ocupamos nosotros. Este satélite de la Vía Láctea es la galaxia más cercana conocida, encontrándose en el momento actual dentro de los límites externos más difusos de la Vía Láctea, a sólo 15 kiloparsec (kpc) del centro de ésta (1 kpc equivale a 3.262 años-luz), orbitando alrededor de nuestra galaxia.

Desde un primer momento se pensó que la galaxia de Sagitario debería encontrarse en un avanzado estado de destrucción y que gran parte de su material original debería formar ya parte de la Vía Láctea. Se estaba ante la posibilidad del estudio directo del proceso de destrucción de una galaxia enana (Sagitario), "devorada" por una gran galaxia (la Vía Láctea), y por tanto ante la oportunidad del estudio detallado de un caso que nos daría información de primera mano sobre el mecanismo de formación de las grandes galaxias. De ser así, debería ser posible encontrar estrellas que antiguamente formaban parte de la galaxia enana y que ahora estarían dispersas a lo largo de toda su órbita, formando como dos corrientes que rodearían a la Vía Láctea. El problema es que estas corrientes son extremadamente difusas; tanto que pueden resultar completamente indistinguibles incluso a poca distancia del centro de Sagitario.

Los "escombros" de Sagitario

En 1998, investigadores de la Universidad de Michigan encontraron los restos evidentes de una de las corrientes, la que se extiende hacia el Sureste, y que pudieron trazar hasta 34o del centro de Sagitario. Los modelos teóricos predecían la presencia de otra corriente simétrica, la que se extiende hacia el Noroeste, que incluso podría ser tan extensa que envolviera completamente a nuestra galaxia. Sin embargo, esta corriente sería mucho más difícil de identificar, pues atravesaría el disco de la Vía Láctea y se encontraría oculta tras el centro de nuestra galaxia.

Los investigadores del IAC, apoyados por los indicios proporcionados por sus modelos dinámicos de Sagitario y en algunos resultados preliminares del mapa del cielo que está elaborando el equipo internacional del "Sloan Digital Sky Survey", han podido identificar por primera vez un exceso de estrellas jóvenes perteneciente a un sistema estelar situado a 56 kpc del centro de la Vía Láctea usando el Telescopio "Isaac Newton", de 2,5 m de diámetro, instalado en el Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma. Su situación en el firmamento indica que probablemente se trata de un escombro perteneciente a la corriente Noroeste de Sagitario, situado a 60 o de su centro, lo que supone unos 65 kpc, si se mide linealmente sobre la órbita de Sagitario. Este es el resto de galaxia enana más alejado del centro de su progenitora nunca detectado y esta observación confirma que la galaxia de Sagitario forma un arco completo que envuelve a nuestra galaxia, tal como predecían los modelos teóricos.

Este descubrimiento, que será publicado el próximo sábado, 10 de marzo, en la revista especializada Astrophysical Journal Letters, proporciona una prueba observacional directa prácticamente incontrovertible no sólo de que Sagitario se encuentra en una fase muy avanzada de su destrucción sino, lo que es más importante, de que el proceso que podríamos llamar de "canibalismo" ha desempeñado y sigue desempeñando un papel relevante en la formación de la Vía Láctea. Los astrónomos del IAC continúan la búsqueda de nuevos escombros de Sagitario a lo largo del firmamento para mejorar los modelos dinámicos de su destrucción y comprender qué papel tiene este tipo de procesos en la formación de la Vía Láctea.

(1) El telescopio "Isaac Newton" (INT) pertenece al Isaac Newton Group of Telescopes (ING), del Particle Physics and Astronomy Research Council (PPARC), del Reino Unido.

Animación 3D avi 1116Kb

Entrevista con David Martínez Delgado (investigador del IAC):

  • ¿Cómo se formó nuestra galaxia? mov 1459Kb
  • ¿Qué es la galaxia enana de Sagitario? mov 1288Kb
  • ¿Cuál ha sido el descubrimiento actual?  mov 1956Kb
  • ¿Cuál es la importancia del descubrimiento? mov 1724Kb

Tipo de noticia