EL BOSTEZO DEL SOLUN AÑO ESPERANDO LA REACTIVACIÓN DEL ASTRO REY

El número de manchas que se observan en el Sol constituye un fiel indicador de la actividad magnética en su superficie. IAC
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José Gálvez. IAC

Cuenta la Historia que hace más de 350 años, entre 1645 y 1715,  el Sol atravesó uno de los periodos de actividad más bajos de los que se tiene constancia. Conocido como el Mínimo de Maunder, esta época coincidió con la llamada “Pequeña Edad de Hielo” en la que la Tierra fue azotada por un clima bastante frío. Hubo incluso ríos que acabaron congelados, como el Támesis, en Londres. Aunque no hay consenso al respecto, algunos científicos no han dudado en relacionar directamente el adormecimiento solar con las bajas temperaturas que los terrestres sufrieron por aquel entonces. Otros, en cambio, no ven clara una relación causa-efecto. En la actualidad, y según la teoría de los ciclos solares, hace más de un año que el Astro Rey debería haber comenzado un nuevo periodo y con ello haber aumentado su actividad, algo que todavía no ha hecho. No está dormido como en el pasado, pero si que parece bostezar de sueño. Los científicos aseguran que no hay motivos para preocuparse. Puede tratarse, simplemente, de un ciclo solar más largo de lo normal.  Hay también quien piensa que entraremos en un nuevo Mínimo de Maunder. ¿Qué le ocurre al Sol?

Aunque pueda parecer primitivo, el principal método para diferenciar un ciclo solar de otro ha sido desde los tiempos de Galileo contar el número de manchas que se observan en el Sol, ya que se sabe que son fieles indicadores de la actividad magnética en su superficie. Dicho de otra manera, mientras más manchas, más actividad y más calor desprende el Astro Rey. “Estos ciclos tienen una duración aproximada de 11 años, aunque a lo largo de la historia los ha habido más largos, más cortos y con más o menos intensidad. Se trata sólo de una media que puede variar entre 9 y 13 años”, explica Manolo Vázquez investigador del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Es por ello que, según su opinión, es pronto para alarmarse, pues “podría tratarse de un ciclo solar más largo de lo normal”.

La cuestión es que desde principios de 2008 los astrónomos están esperando que el Sol comience un nuevo periodo y por lo tanto una reactivación. Sin embargo, el año pasado ha sido en todo el siglo XX el segundo con menos actividad solar. Si se cuentan los días en que el Astro Rey no ha presentado ni una sola mancha solar, 2008 dió un total de 266 de los 365 días que tiene un año. Es decir, el 73 por ciento de los días el Sol mostró una cara impoluta, limpia, sin ninguna mancha. Para encontrar un año con menor actividad solar en todo el siglo XX hay que remontarse a 1913 donde hubo 311, lo que supone el 85 por ciento de los días. “Es importante tener en cuenta que, además, el año 1913 fue un periodo donde el Sol estaba en pleno mínimo solar con respecto a su ciclo y que 2008 es una fecha diferente, en la que se esperaba que la actividad de nuestra estrella aumentase ya que llevaba cuatro años (desde 2004) mostrando su cara más tranquila”, apunta Bernard Gelly astrofísico del IAC y director de Themis, el segundo telescopio solar más importante del mundo situado en el Observatorio del Teide.

Sorprendentemente, la estadística dice que durante este 2009 el número de manchas solares se ha reducido aún más. Desde que comenzó el año y hasta el mes de mayo ha habido 108 días (86 por ciento) en los que el Sol ha seguido bostezando de sueño. “Todo esto indica que todavía estamos muy lejos de  entender cómo funciona el Sol. Nuestra capacidad de predicción es nula y aún nos queda mucho por aprender sobre nuestra estrella”, comenta Valentín Martínez, investigador del IAC.

Disparidad de opiniones

En septiembre se prepara en Estados Unidos ‘SOHO23: Understanding a Peculiar Solar Minimum’, un congreso organizado  para debatir sobre el tema. Y es que no parece haber una opinión clara al respecto. “Es pronto para alarmarse y pensar que estamos entrando en otro Mínimo de Maunder, en cualquier caso, aunque así fuera, sería una oportunidad estupenda para estudiar, con mucho más detalle y con la tecnología actual, qué fue lo que pasó allá por el siglo XVII”, afirma Manolo Vázquez. “No es una situación normal, lo que no sé es si es anormal. Yo creo que el Sol tardará poco en comenzar su actividad”, comenta Valentín Martínez. “No descarto la posibilidad de entrar en un nuevo Mínimo de Maunder”, opina Bernard Gelly.

Diferentes opiniones que, sin embargo, se unen para confirmar que estamos ante el mínimo solar más largo desde que el hombre ve el Sol en detalle, es decir, desde que los astrónomos cuentan con instrumentación moderna. Desde esta perspectiva se podría decir que el Sol ha batido un récord. Sin embargo, si se compara con otros periodos de poca actividad solar en el pasado, la Historia indica que no estamos en absoluto en un momento excepcional.

El Astro del clima

Está claro que el Sol influye directamente en el clima de la Tierra. Sin embargo, los científicos dicen que el factor más determinante en este sentido está relacionado con la emisión de gases invernadero procedentes de la quema de combustibles fósiles. Es decir que la actividad humana es hoy uno de los pilares más fuertes a la hora de desequilibrar la balanza del clima. “Yo diría que la influencia de la actividad solar en la temperatura de la Tierra en estos momentos oscila entre 10 o 15 por ciento, pero no mucho más”, afirma  Vázquez.

¿Qué pasaría entonces si la actividad solar sigue en estos mínimos? “Si sigue así un año más sería necesario preguntarse qué está pasando, pero aún es pronto, estamos en un situación normal”, declara Vázquez. Si se avecina un nuevo Mínimo de Maunder, evidentemente se suavizarían las temperaturas, pero no influenciaría de manera decisiva en el clima terrestre. Hay incluso quien piensa que el hecho de que el Sol esté menos activo es algo positivo a la hora de luchar contra el cambio climático. Pero la actividad solar no sólo influye en las temperaturas, sino también en toda la red de satélites de comunicaciones, en las redes de distribución de energía eléctrica o en las acciones humanas en el espacio. Para este tipo de actividades una baja actividad solar es objetivamente favorable.

Por todo ello, el adormecimiento del Astro Rey parece no preocupar demasiado a los científicos. “hay que estar atentos, pero en absoluto hay motivos aún para inquietarse” dice Valentín Martínez. “El Sol en estos momentos está durmiendo, déjalo que duerma, que estoy seguro de que despertará” sentencia Manolo Vázquez. De momento, ayer y hoy, el Sol ha presentado una mancha importante en su superficie, después de un gran periodo de tiempo que no lo hacía. ¿Serán las primeras señales que indican el fin de su letargo?

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