Los resultados obtenidos por los más de doscientos fotómetros desplegados por el proyecto Interreg EELabs a lo largo de los últimos cuatro años, han servido para evaluar el impacto de la luz artificial nocturna sobre los ecosistemas nocturnos de los archipiélagos - especialmente las aves marinas-, pero también para concienciar a la población sobre las consecuencias de este tipo de contaminación. En la Macaronesia solo se conserva la oscuridad natural en reservas naturales muy aisladas como en la Isla de Corvo o Graciosa (Azores), Alegranza (Archipiélago Chinijo, Canarias) o protegidas por

Julissa Reynoso, embajadora de Estados Unidos en España, junto con otros miembros de su equipo, visitaron ayer la sede del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) en La Laguna, acompañados por Rafael Rebolo, director del IAC. Durante su recorrido por las instalaciones, fueron informados sobre los distintos programas de investigación y proyectos tecnológicos que se están desarrollando. También recibieron un dossier de todas las colaboraciones en curso con centros de investigación estadounidenses y de posibles proyectos aún en fase de negociación, tales como el Thirty Meter Telescope (TMT)