Relatos celestes

  • A la izquierda, Andrómeda (1869), de Edward Poynter. Arriba a la derecha, Perseo liberando a Andrómeda (1607), de Rubens. Abajo, a la derecha, la galaxia de Andrómeda, también conocida como M 31 o NGC 224. Crédito: Daniel López/IAC.
    La bella Andrómeda

    Andrómeda era hija de Cefeo, rey de la Etiopía oriental, las más próxima al Sol naciente. Su madre, la engreída reina Casiopea, había osado proclamarse superior en belleza a las Nereidas, hijas del dios marino Nereo y de la océanide Doris. Quizá lo hiciera sin caer en la cuenta de que una de esas ninfas marinas, Anfitrite, era la esposa de Poseidón. Error fatal porque, en castigo por el insulto, el supremo dios de todas las aguas envió a Cetus -una voraz ballena- para que asolara el reino, causando devastadoras inundaciones. Siguiendo los consejos de un oráculo, la joven y hermosa Andrómeda

    María Carmen del
    Puerto Varela
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  • Plutón, un planeta menor. Composición artística: Gabriel Pérez (SMM/IAC).
    El patito feo del Sistema Solar

    Dentro de unos días la sonda New Horizons de la NASA llegará a su máximo acercamiento a Plutón, hacia donde lleva viajando más de 9 años. Entonces, fotografiará a este planeta enano con una nitidez jamás conseguida hasta ahora, y el “patito feo” del Sistema Solar se habrá convertido en Cisne… Cuento infantil (escrito el 26 de agosto de 2006) El Sol estaba muy contento incubando a sus planetas y pensando en lo simpáticos y gorditos que pronto serían. A los pocos días nacieron nueve planetas muy hermosos excepto uno, Plutón, tan pequeño que hacía reír a todo el Sistema Solar. Aquel planeta no

    María Carmen del
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  • Foto: Carmen del Puerto.
    La hoguera vanidosa

    El Big Bang era un estúpido. Se creía una gran explosión y presumía de que nadie en el Universo le superaba en magnitud. Vanidoso sin límite, sus alardes le ocasionaban no pocos problemas. Hasta las galaxias, en un principio íntimas amigas suyas, pasado un tiempo se alejaban de él. Primero, con disimulo y, después, con un descaro sólo comparable a la Velocidad de la luz. Dos científicos hallaron un día a su hija, la Radiación cósmica de fondo, cuya existencia, hasta entonces, se había mantenido en secreto. Su cuerpo, extremadamente frío, se analizó con instrumentos de gran sensibilidad. Y la

    María Carmen del
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  • Tapiz en el Powerhouse Museum de Sidney (Australia). Foto: Carmen del Puerto.
    Una estrella de cine

    El Sol era una estrella de cine. Cuando actuaba, eclipsaba a las demás estrellas, resignadas a hacer papeles secundarios y a trabajar en locales nocturnos. De mediana edad, estaba en el mejor momento de su vida y mantenía una relación muy íntima con uno de sus planetas, que llamaban Tierra. Sus habitantes la adoraban de una u otra forma, desde playas o pirámides. Aunque también le atribuían los fríos inviernos de algunas épocas y había quien la acusaba del cambio climático, una película de catástrofes producida en aquel mundo. Sus espectáculos cubrían todos los géneros: desde amaneceres y

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